Salamanca generó un 9% menos de basura en 2020 a consecuencia del confinamiento y el parón en el sector servicios
Aceite usado, ropa y calzado
El informe del Ayuntamiento de Salamanca también muestra que durante 2020 se recogieron 51,58 toneladas de aceite vegetal usado (aceite de cocina), casi las mismas que el año anterior pese a las consecuencias de la pandemia sobre el sector hostelero. El principal objetivo de este sistema es reciclar este residuo como materia prima en la producción de biocarburantes, como el biodiesel.
En Salamanca hay distribuidos en torno a 70 puntos de recogida de aceite vegetal para facilitar a los ciudadanos el uso de este servicio. Estos recipientes son de color naranja, de unas dimensiones de 135 por 150 centímetros y en su parte delantera cuentan con dos huecos a través de los cuales se pueden depositar los recipientes de aceite de cocina usado.
Para el buen funcionamiento de este sistema es muy importante que los ciudadanos no olviden que siempre hay que depositar el aceite en una botella o recipiente de plástico, cerrada de forma correcta y nunca verterla directamente al contenedor. Se estima que cada persona genera al año entre 4 y 6 litros de aceite vegetal usado y que un litro de aceite vegetal contamina 1.000 litros de agua.
Por su parte, la ciudad cuenta también con los mismo puntos repartidos por todos los barrios de la ciudad con contendedores destinados específicamente al reciclaje de ropa usada, textil y calzado de origen domiciliario. Son de color morado y blanco de unas dimensiones de 1,24 metros de ancho por 1,49 de largo y 1,64 metros de alto y que cuentan en su parte delantera con un hueco para depositar ropa usada, cualquier residuo textil o calzado.
El año pasado se recogieron 259,08 toneladas, también menos que el anterior debido a las consecuencias de la pandemia, que obligaron a interrumpir temporalmente este servicio durante el confinamiento domiciliario. La cooperativa Porsiete, encargada de gestionar el servicio, garantiza en todo momento la trazabilidad del residuo y de los elementos auxiliares, como pueden ser las bolsas, garantizando que la ropa usada, textil o calzado recogidos llega correctamente a su destino para su reutilización, ya que cuenta con todas las autorizaciones necesarias para la recogida y gestión de ropa y calzado y dispone de las instalaciones adecuadas para el desarrollo de la actividad.
Fuente: Salamanca 24 Horas