El blog de Porsiete

La recogida de textil en Salamanca está muy estabilizada desde hace 6 años.

26 de marzo de 2024

Entrevista con Pilar Rodríguez presidenta de la Cooperativa Social Porsiete responsable de la gestión de este residuo a nivel local.

Reducir, reciclar y reutilizar, tres R que son la base de la economía circular, en la que el consumo se vuelve más racional, se evita generar residuos innecesarios y los objetos pueden tener más de una vida. Recientemente, el Ayuntamiento de Salamanca ha presentado los datos de reciclaje del año 2023 y, dentro del balance positivo, que muestra una progresiva sensibilización ciudadana sobre la necesidad de gestionar nuestros residuos de una manera adecuada, destaca la buena marcha del servicio de recogida del residuo textil.

La ciudad cuenta con cerca de 80 contenedores que son gestionados por la cooperativa de iniciativa social y centro especial de empleo Porsiete. Para entender mejor cómo funciona este servicio y la importancia del papel de la ciudadanía en la gestión del residuo textil hablamos con Pilar Rodríguez, su presidenta.

“La recogida de textil está muy estabilizada en Salamanca desde hace unos 6 años”, comenta Pilar, que recuerda que en 2011 se instalaron los primeros contenedores en la ciudad y desde entonces, se han recogido unos 6.859.800 kg de material textil que, de otro modo, hubiesen terminado en vertederos y que, además, han contribuido a la creación de puestos de trabajo para personas con discapacidad en Salamanca. Desde Porsiete destacan que los períodos de mayor recogida están muy identificados “coinciden con el cambio de temporada, el cambio de armario y también el inicio de curso” cuando toca revisar qué prendas van a continuar en nuestros hogares y cuáles ya no tienen cabida.

Pilar pone el foco en la actual Ley de Residuos, que da mucha importancia a la correcta gestión del residuo textil, que es “muy abundante, muy voluminoso y, en muchas ocasiones, muy difícil de reciclar, debido a los diferentes materiales de los que están hechas las prendas”. La citada Ley insiste en la necesidad de reutilizar y de recuperar toda la ropa posible y, en ese marco, Porsiete lleva a cabo una importante tarea en varias líneas. En primer lugar, se realiza una selección a mano de las prendas depositadas en los contenedores, escogiendo lo que se puede reutilizar, que tiene como destino las tiendas de segunda mano; lo que no se pueda incluir en el primer grupo se entrega a empresas que se encargan de transformar ese tejido en trapos y similares y, por último, lo que no puede reutilizarse de ningún modo a causa de su estado o composición, pasa a ser desechado como resto lo que, según indica Pilar Rodríguez “es en torno a un 8% del total”.

La labor de esta cooperativa que hace economía circular, resulta imprescindible para dar una segunda vida a la materia textil y evitar una generación de residuos insostenible para nuestras ciudades y nuestro planeta, pero, nuestro papel como ciudadanía también es fundamental. Desde Porsiete se muestran satisfechos por el buen uso que los salmantinos y salmantinas hacen de los contenedores de textil, en los que es poco frecuente encontrar residuos de otro tipo y animan a optimizar aún más el proceso “si se depositan las prendas de ropa y calzado en bolsas, facilita muchísimo la labor de selección posterior” indica Pilar y aprovecha para agradecer a los y las habitantes de Salamanca su compromiso con el medio ambiente y su contribución a la generación de puestos de trabajo de personas con discapacidad.

Otro de los aspectos en los que la ciudadanía puede influir de modo primordial es en sus elecciones de compra, evitando adquirir prendas que tengan tan alta proporción de material sintético que su reutilización se haga imposible. Esto, junto con una racionalización de las compras y la selección de aquellas opciones más sostenibles y cercanas, suponen una gran contribución a solventar la problemática global de la acumulación de residuos y, desde Savia Salamanca, queremos poner énfasis en la necesidad de consumir bajo esos criterios de sostenibilidad, haciendo de las 3R un elemento presente en nuestros hábitos de vida.